l pan aporta en una cantidad
considerable hidratos de carbono de cadena compleja. Algunas proteínas
(generalmente de bajo valor biológico), pudiendo llegar a contenidos de 9 g/100
g de pan. Su contenido en aminoácidos no incluye todos los aminoácidos
esenciales, sino que presenta niveles bajos del aminoácido esencial, lisina (se
suele compensar con la ingesta de otros alimentos como puede ser legumbres).
Posee por regla general pocos contenidos grasos, casi siempre ácido oléico y
linoléico. Entre los micro nutrientes que posee el pan y algunas trazas de
calcio (debido al uso de leche que se hace en la elaboración industrial
actual), hierro (es un gran aporte de este mineral), selenio, potasio, fósforo.
El pan que tiene una harina con germen posee dos vitaminas del grupo B y que
son la: tiamina (que favorece la salud en el sistema nervioso) y la niacina
(que previene la pelagra). El pan posee también ácido fólico y una cierta
cantidad de carotenoides (aunque poca cantidad ya que fueron reducidos durante
la fase de mezcla en la elaboración del pan).
Los panes de harinas poco
refinadas son las que aportan una mayor cantidad de fibra a la dieta humana, no
obstante el consumo de pan suele ser una de las fuentes mayoritarias de fibra
Los panes blancos de harinas refinadas son los que aportan una menor cantidad
llegando hasta un 3%, el pan denominado como "integral" puede llegar
a tener entre tres a cuatro veces más de fibra. El pan ocupa la base de la
pirámide alimentaria en la zona de cereales y legumbres, lo que indica que
puede consumirse al día en una cantidad relativamente moderada (comparado con
otros alimentos) dentro de lo que se considera una dieta equilibrada. Por
ejemplo en la dieta de un niño de un año ya se incluye el pan (así como los
alimentos de los grupos alimentarios: carne, verduras y leche). Existen
estudios que mencionan que un consumo de pan de centeno aporta en las mujeres
sólo un 7,1 % de la proteína; un 1,2 % de lípidos y un 11,1 % de carbohidratos
necesarios en RDI, mientras que en la dieta de un hombre contribuye con un 5,9
% de la proteína un 1 % de la grasa y 9,3 % de carbohidratos, lo que hace una
contribución del total de 28,6 % de los nutrientes recomendados por Organización
Mundial de la Salud.
Un reciente estudio desmonta el
mito extendido entre la población de que el pan engorda. Investigadores de la
Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz de Madrid en el
estudio Comparación de la utilidad de dos dietas hipocalóricas equilibradas con
inclusión versus exclusión de pan en el tratamiento de pacientes con sobrepeso
y obesidad aseguran que «el consumo de pan en dietas de adelgazamiento no
interfiere en la pérdida de peso y, además, facilita su cumplimiento y reduce
el riesgo de abandono». Sin embargo el mismo estudio afirma que se necesitan
más estudios para descartar la posibilidad de que el pan blanco altamente
refinado que encontramos habitualmente en las panaderías pueda influir en un
aumento del volumen ponderal, como afirman otras investigaciones.
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